Aprendi a descansar sobre cualkier superficie, a respirar mi porpio aire o estallar mis pulmones de aire ajeno.....hincharlos y asfixiarlos hasta que todo mi cuerpo se sintiera un atomo indispensable, en el universo de quien se atreviera a mostrarme cualkier sitio que no fuera este mismo.

Perteneci a muchos lugares, fui piel, fui sangre....fui todo aquello que siempre necesite ser, solo para perpetuar el destierro en la mente de algun ser de irrevocable mirada. Cubri cada uno de mis centimetros cuadrados de caricaturas amarillentas, de rostros que sin previo aviso, se abrian paso entre cada uno de mis recuerdos. Despues....despues el agua, el fuego, la fusion de los opuestos, lo paralelo y lo perpendicular, mis ojos...tu boca....mi pequenies y tu inmensidad.....perdon....mi inmensidad y tu pequeniez. Quise reinventar mis dias, quise plasmarlos en una hoja y hacerlos mensaje perpetuo. Quise que quien leyera todas mis letras acusara recibo y pusiera un punto final que me fuera absolutamente ajeno. Las sombras corrian ajenas por un paraiso que reinventaban una y otra vez.