Detengan el mundo. No encuentro equilibrio.
Mi integridad se desliza ligera por cualquier horizonte de turno.
Dejen los murmullos....interrumpen lo hermoso de cada momento.
Regalenme claridad, autosuficiencia, seguridad de que todo va a estar bien, de que esto solo es un lapso de contradicciones que hiere de modo superficial...que la herida sangra -si que sangra- pero que el corte no es profundo.
Solia amar las noches...su paño nacarado, su silencio que no perturbaba. Ahora solo marcan el paso de los dias.
Quiero tu mano en mi hombro.
Quiero todas las certezas que traes a cuestas.
Quiero que me mires....que me asegures que esto solo es un debil destello de algo que no va a demorar en irse.
Esta sumatoria de suspiros que no cesan.
Este estanque donde el agua no se inmuta ni siquiera ante el menor vestigio de viento. Dejemos las pieles de lado.
Mutemos en seres que no se predisponen por esas historias ya tantas veces contadas.
Quiza llego el momento de dejar de querer o de creer....o ambas..o ninguna de ellas....quiza el puente sea otro....quiza la distancia sea el verdadero conductor hacia algo que amortigue tanta pesadez en los ojos.
Un receso....una exposicion prolongada a costumbres que me desacostumbren de todo esto.
Es que no quiero desprenderme.
Mi abrojo todavia me aferra al cristal mismo que nos vio nacer.
Piel y mas piel. Entredichos.
Monosilabos que inundaron silencios, que me ahogaron en tu vaso de agua.
Cuanta falta de claridad.
Cuanta homogeneidad cuando se intenta separalo todo y ordenarlo segun intensidades y desahogos.
Ni siquiera mis palabras conjugan oraciones con sentido. Pero tampoco importa. Esta verborragia produce un alivio un tanto particular. Deberias intentar comprenderlo